El sector de la electrónica potencia probablemente sea uno de los de mayor crecimiento debido a factores tan importantes como la aceleración del vehículo eléctrico, la implantación de las energías renovables y el desarrollo de baterías cada vez de mayor capacidad y autonomía. En este contexto, las aplicaciones y equipos de electrónica de potencia se posicionan como habilitadores imprescindibles para la transición energética.
Para que sean útiles y seguros cuando se integran en la red eléctrica, la fabricación de equipos de potencia y control requiere de certificaciones para garantizar que no van a sufrir incidentes ni van a dejar de funcionar en cualquier momento. También tienen que contar con todas las garantías de funcionamiento, desde el diseño hasta la verificación y validación de los mismos.