¿Vas a sustituir el gas natural por hidrógeno o biogás y no sabes cómo afectará a tu proceso?

La presión por reducir las emisiones ha llevado a muchas industrias a replantearse cómo descarbonizar sus procesos térmicos sin comprometer la eficiencia ni la calidad del producto final. En este camino, cada vez más empresas valoran sustituir el gas natural por hidrógeno, biogás, biometano u otros gases renovables. Sin embargo, la falta de certezas sobre cómo afectará ese cambio al rendimiento térmico, al consumo energético, al rendimiento del proceso y a la calidad de los productos.
Y no es para menos. Tomar decisiones sin información contrastada puede implicar riesgos técnicos y económicos importantes. Por eso, antes de acometer una inversión, muchas industrias buscan alternativas que les permitan validar el impacto real de la nueva fuente de combustible sobre su proceso productivo.
Ensayos con gases renovables para procesos industriales más rentables
En CIRCE ofrecemos un entorno controlado para realizar pruebas industriales con distintos combustibles: nuestro horno flexible. Este equipo permite simular el comportamiento térmico de distintos combustibles en condiciones representativas del entorno industrial. Se trata de una instalación a escala piloto que alcanza hasta 1300 °C y que permite probar quemadores, evaluar la eficiencia en la transferencia de calor y observar cómo se comportan los materiales expuestos a diferentes gases. Todo ello, antes de hacer una inversión en planta.
Además, el horno está equipado con tecnología avanzada que permite analizar en tiempo real cómo evoluciona la combustión y su impacto en el proceso. Gracias a cámaras termográficas y sistemas de visión artificial, obtenemos información detallada sobre posibles deformaciones, rendimiento térmico y estabilidad del proceso, facilitando la toma de decisiones basada en datos objetivos.
Ya se han realizado pruebas reales con hidrógeno en procesos térmicos representativos de sectores como el siderúrgico y el minero. En estos ensayos se han podido verificar curvas de contracción y temperatura, confirmando gracias a datos reales obtenidos en condiciones controladas, que el comportamiento térmico previsto se ajustaba a la realidad. Como resultado, se pudo validar con certeza la viabilidad del cambio y avanzar hacia el uso de hidrógeno en sus procesos sin asumir riesgos innecesarios.
En definitiva, la descarbonización industrial exige transformación, pero también certeza. Validar cada paso con datos reales, en entornos seguros y con tecnología adecuada, puede marcar la diferencia entre el éxito y la ineficiencia. Si estás planteándote un cambio de combustible y quieres saber con seguridad cómo afectará a tu proceso térmico, en CIRCE podemos ayudarte.