Cómo transformar residuos en gases renovables mediante gasificación y tecnologías innovadoras

Cada vez más empresas se enfrentan al reto de gestionar grandes volúmenes de residuos sólidos ricos en carbono, como biomasa, lodos, restos forestales o subproductos agroindustriales. En un contexto marcado por la urgencia de la descarbonización y el avance hacia la economía circular, estos materiales representan un dilema: por un lado, suponen un coste de gestión pero al mismo tiempo encierran un enorme potencial como recurso energético.
Antes de dar el salto a una planta industrial, muchas compañías necesitan comprobar que la valorización de sus residuos será realmente rentable, segura y eficiente. Sin embargo, pocas disponen de instalaciones intermedias donde validar sus procesos con garantías.
En CIRCE ofrecemos precisamente esa infraestructura de ensayo con materiales reales, reduciendo la incertidumbre y permitiendo tomar decisiones estratégicas con confianza. Esta validación previa es la clave para avanzar hacia soluciones energéticas innovadoras sin asumir riesgos innecesarios.
Gasificación de residuos: convertir un problema en recurso
En CIRCE trabajamos con tecnologías de gasificación que permiten transformar residuos de diferente origen en un gas de síntesis o syngas. Este gas está compuesto principalmente por hidrógeno, monóxido de carbono, dióxido de carbono y metano y se obtiene gracias a un proceso en el que los residuos no se queman, sino que se someten a temperaturas elevadas con un aporte limitado de oxígeno.
La gran ventaja de este enfoque es doble: por un lado, reduce las emisiones de CO2 al evitar la combustión; por otro, ofrece una enorme flexibilidad en cuanto al tipo de residuos que pueden aprovecharse. Así, materiales que hasta ahora eran un pasivo se convierten en una fuente de energía y de nuevas oportunidades de negocio.
El reactor flexible: un paso más hacia el hidrógeno y moléculas sostenibles
La innovación no se detiene en la gasificación. El syngas que obtenemos puede revalorizarse aún más gracias a una de nuestras instalaciones más singulares: el reactor flexible. Este equipo piloto permite modificar la composición del syngas generado mediante la reacción Water Gas Shift, aumentando significativamente la producción de hidrógeno, este vector energético clave.
Además, el sistema puede adaptarse para generar otras moléculas sostenibles como metano o metanol, lo que abre la puerta a nuevos usos en la industria y al aprovechamiento más eficiente de los recursos disponibles. Con ello, las empresas no solo reducen su huella de carbono, sino que también acceden a productos de alto valor añadido en un mercado en plena transición energética.
Experiencia aplicada en diferentes sectores
La utilidad de estas tecnologías no es teórica, sino real. Hemos trabajado con empresas del sector petroquímico para estudiar la valorización de diferentes tipos de residuos y también con compañías de gestión de residuos, donde hemos contribuido a estabilizar material compostado y evitar riesgos de contaminación.
En CIRCE ponemos al servicio de las empresas nuestro conocimiento y nuestras instalaciones para acompañarlas en ese proceso, reduciendo riesgos y maximizando beneficios.
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