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Las claves que necesitas para formar una comunidad energética

Las comunidades energéticas (CCEE) se abren paso motivadas por una reciente regulación bajo el paraguas del autoconsumo cuya potencia instalada se ha multiplicado por 20 desde 2018 y ya supera los 5 GW en España. El Real Decreto, aprobado en mayo, regula el concepto de comunidad energética y permite a los ciudadanos producir, consumir, almacenar, compartir y vender energía renovable de forma colectiva. Así, esta figura contará con un cupo específico en las subastas de renovables del Gobierno y con reserva de capacidad en los nudos de la red eléctrica. Esto, sumado a la ampliación del autoconsumo colectivo en radios de más de 2 kilómetros, pone las bases para impulsar esta figura en nuestro país. 

Sin embargo, si nos fijamos en el mapa de España elaborado por el IDAE, actualmente hay en marcha menos de 70 iniciativas de comunidades energéticas, lo que hace sospechar que conformar una supone un gran reto para sus integrantes. 

 

Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), se establecen dos tipos de comunidad energética: 

  • Comunidad de energías renovables: entidades participativas y en un ámbito geográfico controlado para compartir generación renovable tanto eólica como solar. Estas comunidades expanden el concepto de autoconsumo colectivo actual. 
  • Comunidad ciudadana de energía: entidades participativas que operarían únicamente en el mercado eléctrico, sin limitación geográfica y podrían ejercer la actividad de comercialización. Esta figura da forma jurídica independiente a entidades cooperativas ya existentes como SomEnergía, Goiener, etc. 

 

¿Qué requisitos se necesitan para formar una comunidad energética renovable?

Una comunidad energética renovable, para ser reconocida como tal, debe cumplir con una serie de requisitos: 

Características de la comunidad renovable:

  • Mínimo 5 socios (personas físicas, administraciones locales o empresas de pequeño tamaño). 
  • Participación abierta, libre y voluntaria (a efectos de altas y bajas de socios). 
  • Ninguno de los socios podrá tener un control efectivo (> 51%) de la comunidad a efectos de participación y toma de decisión. 

Ámbito geográfico:

  • En municipios < 5.000 habitantes: los titulares de puntos de suministro pueden participar en comunidad basadas en generación de su mismo municipio o municipios colindantes (siempre que el colindante tenga menos de 50.000 hab.). 
  • En municipios de entre 5.000 y 50.000 habitantes: los titulares de puntos de suministro pueden participar en comunidad basadas en generación de su mismo municipio. 
  • En municipios de más de 50.000 habitantes: podrán participar en comunidades si están en un radio de 5 km desde el punto de generación. 

¿Qué las diferencia de un autoconsumo colectivo?

  • Entidad jurídica propia 
  • Sociedad participativa 
  • El autoconsumo llega a 2 km para cubiertas y compensa el coste completo de la electricidad. Entre 2 km y 5 km en una comunidad habrá que seguir pagando peajes de transporte y distribución y cargos ministeriales. 

Marco facilitador: 

  • Se liberará un 5% de la capacidad en los nudos de la red eléctrica reservados para celebrar concursos de acceso y conexión, que podrá otorgarse por orden de prelación a las nuevas instalaciones de generación que formen parte de una comunidad energética, al objeto de garantizar la evacuación de su producción. 
  • Las comunidades energéticas podrán acceder al Régimen Económico de Energías Renovables y a las subastas periódicas con las que se otorga retribución regulada. 

¿Cuáles son los principales retos a la hora de conformar una comunidad energética?

La premisa de una comunidad energética local puede sonar sencilla: un ayuntamiento, un polígono industrial o un conjunto de ciudadanos decide organizarse de manera abierta para generar, usar y gestionar sus propios recursos energéticos con renovables. Pero en la práctica, la excesiva burocracia a la que hay que enfrentarse para conformarla y la posterior gestión de la misma suponen problemas para ellas. 

Por ello, en muchos casos se hace necesario contar con entidades externas e independientes que les ayuden a: 

  • Realizar un predimensionamiento para despejar estas incógnitas: ¿cuánta energía podemos generar y cuántos participantes necesitamos? ¿cuál es el balance del reparto de los beneficios dependiendo del % de generación? ¿qué papel tiene cada socio?  
  • ¿Cuál es el modelo de interacción con la red más adecuado? 
  • Acceder a subvenciones o ayudas públicas. El Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (PERTE ERHA) incluye una línea de apoyo específica para comunidades energéticas dotada con 100 millones de euros. 
  • Gestionar la operación de la comunidad energética una vez conformada, ¿qué pasa si un miembro se va o alguien nuevo entra? ¿cómo optimizo los repartos al perfil de consumo de cada usuario? ¿cómo doy visibilidad del impacto energético de la comunidad? 

     

¿Existe alguna herramienta para ayudar a la formación y gestión de las Comunidades Energéticas? 

Sí, en el mercado ya existen herramientas y aplicaciones software especialmente pensadas para ayudar en la creación y gestión de comunidades energéticas. En CIRCE llevamos años trabajando en diversos proyectos europeos de investigación para sentar las bases de esta figura energética y ayudarlas a impulsar su despliegue en España.  Descubre Communit-e, un software para gestionar Comunidades Energéticas, diseñarlas, e implementarlas. 

Los desarrollos abarcan desde herramientas para facilitar el trabajo de gestores y mantenedores de la comunidad energética, así como operar y optimizar el almacenamiento energético y el control director de los consumos.  

En otros proyectos de innovación trabajamos para empoderar a las comunidades energéticas como actores de mercado y flexibilidad de la demanda hasta como la parametrización de modelos de negocio y contratos inteligentes de compraventa de energía.  

En proyectos más recientes, como el GINNGER, CIRCE está empezando a trabajar para impulsar la regeneración urbana a través de la rehabilitación e integración de energía renovable compartida. El proyecto NetZeroCities, por su parte, ya está en marcha en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza para impulsar las comunidades energéticas en la capital aragonesa. 

Todo este bagaje en torno al estudio de los retos y oportunidades de las comunidades energéticas nos ha permitido contar con una herramienta ya disponible en el mercado para ayudar a esta figura energética a desarrollarse de forma masiva. Para ello, estas ya pueden contar con herramientas para que el tanto el predimensionamiento como la gestión y operación de la comunidad energética se culmine con éxito. Además, les permite monitorizar la energía generada por la instalación, la autoconsumida y la demandada de la red eléctrica.

Circe

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