Cómo adaptar tus productos a la construcción industrializada y sostenible

La construcción industrializada está ganando terreno como respuesta a uno de los principales retos del sector: la falta de mano de obra cualificada. Esta escasez de profesionales está acelerando la adopción de soluciones prefabricadas que, además, permiten avanzar en sostenibilidad, acortar los plazos de ejecución y mejorar la calidad en obra. En este contexto, los fabricantes de componentes innovadores y prefabricados juegan un papel esencial, aunque también se enfrentan a crecientes exigencias normativas, técnicas y digitales que condicionan su acceso a los proyectos de construcción industrializada.

Retos normativos y técnicos en la fabricación de componentes prefabricados

Uno de los principales retos surge cuando el producto no dispone de una norma armonizada que permita su comercialización directa. En estos casos, obtener el marcado CE (Conformité Européenne), obligatorio para muchos productos en el ámbito europeo, se convierte en un proceso técnico que exige evaluaciones específicas, ensayos y la elaboración de un expediente completo que demuestre la conformidad del producto con los requisitos legales de seguridad, salubridad y protección ambiental. Sin esta documentación, el producto no puede acceder al mercado ni ser prescrito en obra.

A esta complejidad se suman otras exigencias crecientes. Por un lado, el nuevo Reglamento de productos de la construcción impone la obligación de dotar a los productos industrializados de un Pasaporte Digital que reúna información clave sobre huella de carbono, reciclabilidad, trazabilidad o consumo energético. Por otro, muchos proyectos especialmente los públicos requieren que los productos estén digitalizados en entornos BIM (Building Information Modeling), lo que implica disponer de modelos con información técnica estandarizada que facilite su prescripción desde la fase de diseño.

Todo ello debe ir acompañado de una correcta justificación del cumplimiento del Código Técnico de la Edificación (CTE), que regula aspectos como la seguridad estructural, el comportamiento frente al fuego, el aislamiento térmico o acústico, entre otros. La falta de documentación técnica adecuada o de ensayos que acrediten estos parámetros puede suponer retrasos en licencias, problemas en fase de obra o incluso la exclusión del producto en proyectos exigentes.

Del diseño a la certificación: apoyo experto para desarrollar soluciones viables

En este contexto, contar con una estrategia técnica adaptada a la construcción industrializada sostenible bien estructurada desde las fases iniciales del desarrollo del producto resulta clave para garantizar su viabilidad en el mercado. Identificar la vía de evaluación más adecuada, planificar correctamente los ensayos y estructurar la información ambiental desde el principio puede ahorrar costes, acortar plazos y aumentar las posibilidades de que el componente sea prescrito y utilizado.

De este modo, los fabricantes pueden concentrarse en el desarrollo de sus productos con la tranquilidad de contar con un respaldo experto que les ayuda a cumplir con el nuevo marco regulador europeo, acceder a nuevos mercados y posicionarse en proyectos cada vez más orientados a una construcción más alineada con los objetivos de descarbonización, transición energética y circularidad.

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